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Infección por Helicobacter pylori (H. pylori): síntomas, causas, diagnóstico y tratamiento

Revisado Por Dra. Brunilda Nazario, MD en septiembre 27 del 2023
9 minutos de lectura

Helicobacter pylori (H. pylori) es un tipo de bacteria que infecta tu estómago. Puede causar úlceras e inflamación en la mucosa de tu estómago o en la parte superior de tu intestino delgado (el duodeno). Para algunas personas, una infección causada por esta bacteria podría generar un cáncer de estómago.

La infección por H. pylori es común. Alrededor de dos tercios de la población mundial la tiene en su cuerpo. Para la mayoría de las personas, nunca causa síntomas. Sin embargo, es la causa más común de úlceras pépticas, que son llagas abiertas dolorosas en el tracto digestivo. En casos raros, incluso podría llevar al cáncer de estómago.

 

La bacteria H. pylori generalmente se propaga de persona a persona mediante:

  • Alimentos o utensilios sucios, así como agua en mal estado
  • Contacto de personas de boca a boca (mediante besos)
  • Heces o vómito contaminados

Una vez que H. pylori ingresa a tu cuerpo, se multiplica en la pared de tu estómago (conocido como revestimiento). Esto hace que la mucosa estomacal, la cual rodea la pared de tu estómago y evita el contacto directo con el ácido gástrico, se debilite. Como consecuencia, tus ácidos estomacales se pondrían en contacto con la pared de tu estómago, causando así una úlcera.

La mayoría de las personas contraen H. pylori durante la infancia, aunque los adultos también pueden contraerlo. El desarrollo de las infecciones a menudo están relacionadas con las condiciones de vida de la persona que tiene la bacteria.

Algunos factores de riesgo incluyen:

  • Condiciones de vida abarrotadas (muchas personas viviendo juntas)
  • Falta de agua potable y servicio de alcantarillado
  • Vivir en estrecha proximidad con alguien que está infectado
  • Vivir en un país en desarrollo

El hecho de tener la bacteria no necesariamente causa los síntomas. Aunque cuando se manifiestan los síntomas de una infección debido al H. pylori, como lo es  una inflamación estomacal (gastritis) o una úlcera péptica, si notarás su presencia. 

El síntoma más común es tener un dolor sordo o ardiente en el estómago (abdomen). La sensación de dolor o ardor podría aparecer y desaparecer, y asimismo los síntomas podrían empeorar cuando tu estómago está vacío. En estos casos, te podrás sentir mejor luego de comer, beber leche o tomar un antiácido.

Otros síntomas incluyen:

  • Hinchazón abdominal
  • Eructos
  • Falta de apetito
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Pérdida de peso sin motivo aparente

¿Cómo son las heces de una persona con H. pylori?

La mayoría de las personas infectadas con H. pylori tendrán heces de aspecto normal. Pero si las tuyas se ven oscuras, negras, alquitranadas o presentan sangre, llama a tu médico de inmediato.

A veces, las úlceras pépticas sangran en tu estómago o intestinos. Esto puede ser peligroso. Llama a tu médico de inmediato si tienes alguno de estos síntomas:

  • Heces con sangre, de un rojo oscuro o negras
  • Dificultad para respirar
  • Mareos o desmayos
  • Piel pálida
  • Vómito que es sanguinolento, negro o se parece a granos de café molido
  • Dolor de estómago grave y agudo (intenso)

Una infección por H. pylori también es un factor de riesgo para cáncer de estómago, el cual tiene pocos síntomas al principio. Llama a tu médico si tienes alguno de estos signos:

  • Dolor o hinchazón abdominal
  • Hinchazón abdominal
  • Náuseas
  • Pérdida de apetito
  • Sensación de saciedad después de comer solo una pequeña cantidad
  • Vómitos
  • Pérdida de peso sin motivo aparente
  • Heces negras

Dependiendo de tus síntomas, es probable que tu médico te pregunte acerca de tu historial médico y de los medicamentos que tomas. Luego te hará un examen físico, que puede incluir la palpación de tu estómago en busca de hinchazón, sensibilidad o dolor.

Pruebas de H. pylori

Hay varias pruebas que tu médico puede utilizar para determinar si estás infectado con H. pylori. Entre ellas están:

La prueba con muestras de heces

  • Las pruebas de antígeno en heces detectan proteínas (antígenos) relacionadas con H. pylori en tus desechos. Son las pruebas más comunes utilizadas para encontrar la bacteria.
  • Pruebas de (RCP o PCR ,por sus siglas en inglés) en heces (pruebas de reacción en cadena de la polimerasa) buscan a H. pylori en tus heces. También buscan sus mutaciones, las cuales pueden hacer que la bacteria sea resistente a los antibióticos. Las pruebas de PCR son más caras que las pruebas de antígenos y pueden no ser tan fáciles de obtener.

La prueba de aliento con urea

Durante la prueba de aliento con urea, exhalas en una bolsa para que tu médico pueda medir cuánto dióxido de carbono hay en tu aliento. Luego tragarás un líquido o pudín que contiene una sustancia llamada urea. Varios minutos más tarde, exhalarás en otra bolsa diferente para medir tu dióxido de carbono nuevamente.

Las dos bolsas se envían a un laboratorio para su comparación. Si tienes H. pylori en tu intestino, descompondrá la urea en el líquido que has tomado y el dióxido de carbono se liberará en tu aliento. Si hay más dióxido de carbono en la segunda muestra que en la primera, tu prueba es positiva para H. pylori.

Para examinar más de cerca tus úlceras, tu médico puede utilizar:

  • La endoscopia gastrointestinal superior. Tu médico utiliza un tubo con una pequeña cámara, llamado endoscopio, para mirar por tu garganta y hacia tu estómago y la parte superior de tu intestino delgado. El procedimiento también puede usarse para tomar una muestra que se verificará en busca de H. pylori. Puedes estar dormido o despierto durante el procedimiento, pero te administrarán medicamentos para que estés más cómodo.
  • Las pruebas de GI superior. En un hospital, beberás un líquido blanco lechoso que contiene una sustancia llamada bario y tu médico te hará una radiografía. El bario recubre tu garganta y estómago y los hace destacar claramente en la imagen.
  • La tomografía computarizada (TC). Esta potente radiografía se puede utilizar para detectar afecciones estomacales como úlceras pépticas.

Las úlceras causadas por H. pylori suelen tratarse con una combinación de antibióticos e inhibidores de la bomba de protones (IBP o PPI, por sus siglas en inglés).

  • La terapia triple: Las terapias que combinan IBP con dos antibióticos siguen siendo las opciones de primera línea para tratar H. pylori.
  • Los antibióticos: Es probable que tu médico te recete dos antibióticos para evitar que la bacteria desarrolle resistencia a uno en particular. Amoxicilina, claritromicina (Biaxin), metronidazol (Flagyl), tetraciclina (Sumycin) o tinidazol (Tindamax) son opciones probables.
  • Los Inhibidores de la bomba de protones (IBP): Estos medicamentos reducen el ácido en tu estómago bloqueando las pequeñas "bompas" o glándulas que lo producen. Incluyen esomeprazol (Nexium), lansoprazol (Prevacid), omeprazol (Prilosec), pantoprazol (Protonix) y rabeprazol (Aciphex).
  • El subsalicilato de bismuto: Este medicamento, a menudo utilizado como un remedio de venta libre para la diarrea, suele recomendarse junto con antibióticos para proteger aún más tu estómago.
  • Los bloqueadores de histaminas H-2: Estos bloquean la histamina, un químico que estimula al estómago a producir más ácido. Incluyen cimetidina (Tagamet) y nizatidina (Axid AR). Los bloqueadores de histaminas H-2 solo se utilizan cuando no puedes tomar IBP.

Terapia triple para H. pylori

Existen dos tipos comunes de estos tratamientos de tres medicamentos:

  • La terapia triple basada en rifabutina, que incluye dos antibióticos (amoxicilina y rifabutina) y un IBP (omeprazol) que tomas juntos cada 8 horas durante 14 días. Esta terapia triple está disponible en forma de una sola pastilla, y está aprobada por la FDA (por sus siglas en inglés) en 2019 bajo la marca registrada Talicia.
  • La terapia triple de claritromicina también tiene dos antibióticos (claritromicina y amoxicilina o metronidazol) además de un IBP. Esta suele ser una opción en casos en los que la cepa de H. pylori tenga poca resistencia a la claritromicina.

Si alguno de tus medicamentos te molesta, habla con tu médico sobre tus opciones de tratamiento y cómo puedes manejar los efectos secundarios.

La mayoría de las úlceras causadas por H. pylori sanarán después de unas pocas semanas. No tomes medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE o NSAIDs, por sus siglas en inglés) como aspirina, ibuprofeno y naproxeno para el dolor, ya que podrían dañar tu mucosa estomacal. Si necesitas medicamentos para el dolor, habla con tu médico.

Es posible que tu médico te vuelva a hacer una prueba para H. pylori aproximadamente 4 semanas después de finalizar tu tratamiento. Si todavía muestras signos de infección, es posible que necesites tomar otra ronda de antibióticos diferentes

La H. pylori comúnmente causa inflamación en la mucosa del estómago (gastritis). La gastritis no siempre presenta síntomas, pero la irritación y la inflamación que esta enfermedad causa podría generarte molestias, náuseas y vómitos.

Las úlceras pépticas son la complicación más común de H. pylori. Cerca del 10 % de las personas infectadas con la bacteria tendrán una úlcera. 

Una úlcera grave podría:

  • No permitir que los alimentos digeridos salgan de tu estómago
  • Hacer un agujero en la pared de tu estómago
  • Causar sangrado

No es común, pero una infección por H. pylori no tratada a largo plazo es un factor de riesgo para algunos tipos de cáncer de estómago. La enfermedad tiene pocos síntomas al principio, como por ejemplo presentar una acidez estomacal. Con el tiempo, podrías notar:

  • Dolor o hinchazón abdominal
  • Náuseas
  • No tener hambre
  • Sentirte lleno después de comer solo una pequeña cantidad
  • Vómitos
  • Pérdida de peso sin motivo aparente

Llama a tu médico si muestras alguno de estos signos.

Si tienes antecedentes de cáncer de estómago en tu familia, es posible que tu médico recomiende hacerte pruebas para H. pylori.

Puedes protegerte de contraer una infección por H. pylori de la misma manera en que mantienes alejados a otros gérmenes:

  • Lávate bien las manos después de usar el baño y antes de preparar o comer alimentos. Enseña a tus hijos a hacer lo mismo.
  • Evita comer alimentos que no estén limpios o beber agua que no esté potable.
  • No comas nada que no esté cocido a fondo.
  • Evita comer alimentos servidos por personas que no se hayan lavado las manos.

Tu alimentación y H. pylori

Si bien los principales factores de riesgo de infección por H. pylori son la mala sanidad y las prácticas de higiene, la investigación muestra que lo que comes también puede jugar un papel importante. Un estudio encontró que las personas cuyas dietas incluían muchas frutas y verduras frescas, granos integrales, frutos secos y semillas, tenían un menor riesgo de infección por H. pylori. Pero aquellos cuyas dietas eran ricas en carbohidratos, granos procesados, carnes procesadas, azúcares y sal, tenían más probabilidades de tener infecciones por H. pylori.

Esto podría ser porque algunos compuestos como la vitamina C, polifenoles y flavonoides en la dieta del primer grupo ayudan a proteger la mucosa estomacal y a prevenir que la bacteria se establezca. Pero necesitamos más investigaciones para estar seguros.

La H. pylori es un tipo común de bacteria que ataca la mucosa estomacal. Por lo general, se transmite de persona a persona. La mayoría de las infecciones son inofensivas. Pero la bacteria es responsable de la mayoría de las úlceras pépticas de estómago, y si no se trata a tiempo, podría ser un factor de riesgo de cáncer de estómago. Los tratamientos más efectivos incluyen una combinación de antibióticos e inhibidores de la bomba de protones (PPI).

¿Si te infectas con la bacteria  H. pylori, es grave?

La mayoría de las personas infectadas con H. pylori no tienen problemas. Aunque en algunos casos, la bacteria podría causarle un daño grave a la mucosa estomacal y es la principal causa de úlceras pépticas. En casos excepcionales, podría generar un cáncer de estómago.

¿Acaso la infección causada por bacteria H. pylori puede curarse fácilmente?

Puedes tratar los síntomas de una infección por H. pylori con antibióticos, inhibidores de la bomba de protones (IBP) y bloqueadores de histamina H-2. El tratamiento dura aproximadamente 2 semanas. Una vez que la bacteria desaparece, hay pocas probabilidades de que la infección regrese si sigues con buenas prácticas de higiene.

Este contenido se publicó originalmente en inglés y se tradujo con el uso de varias herramientas editoriales, incluidas la inteligencia artificial, como partedel proceso. Un equipo de editores de salud de WebMD y de profesionales médicos revisó el contenido antes de su publicación.