¿Sabías que las personas parpadean entre 10 y 20 veces por minuto? Con cada parpadeo, los ojos reciben una breve protección y se humedecen rápidamente. Además, el parpadeo ayuda a eliminar el moco que se produce en los ojos durante todo el día.
Mientras duermes, no parpadeas, por lo que no se elimina el moco que se forma. Por lo tanto, este moco se acumula en la esquina del ojo más cercana a la nariz, donde las pestañas se encuentran con el párpado. A esta acumulación se le llama “legaña”, aunque algunas personas la llaman “lagaña”.
Sin embargo, el flujo ocular podría indicar algo que no puedes eliminar con solo parpadear o limpiarte con un paño.
Conjuntivitis. El párpado está cubierto por una membrana transparente llamada conjuntiva. Esta membrana también cubre la parte blanca del ojo y está llena de diminutos vasos sanguíneos que normalmente no se pueden ver. Cuando hay una infección en esos vasos sanguíneos, la parte blanca de los ojos se ve roja o rosada.
La conjuntivitis puede ser causada por alergias o una infección viral o bacteriana. El flujo ocular es uno de sus síntomas más comunes.
Obstrucción de la vía lagrimal. La glándula lagrimal está localizada debajo del borde externo del párpado superior. Esta glándula se encarga de producir lágrimas, una sustancia lubricante que cubre, nutre y protege el ojo cada vez que parpadeas. El drenaje de las lágrimas se efectúa a través de los conductos ubicados en la esquina del ojo más cercana a la nariz. Cuando hay una obstrucción en estas vías lagrimales, se impide el drenaje de las lágrimas y puede llevar a una infección del conducto lagrimal, la cual puede producir flujo ocular. En los bebés, la obstrucción de la vía lagrimal es un problema frecuente si la vía lagrimal no se ha abierto completamente.
Ojo seco. Las lágrimas están compuestas por cuatro elementos: agua, aceites, moco y anticuerpos. Si su equilibrio se ve afectado, o si las glándulas lagrimales dejan de producir suficientes lágrimas, los ojos se resecan. Cuando esto ocurre, el ojo envía una señal a través del sistema nervioso pidiendo lubricación. Por lo tanto, se producen “lágrimas de emergencia” que lubrican el ojo, pero estas lágrimas están compuestas principalmente de agua y no tienen el mismo equilibrio nutritivo que las lágrimas regulares. Además, las lágrimas de emergencia que contienen demasiado moco pueden provocar la formación de legañas en el ojo y alrededor de él.
Úlcera corneal. La córnea es la capa externa transparente que cubre el iris (la parte coloreada del ojo) y la pupila (el punto circular situado en el centro del iris que regula la cantidad de luz que entra en el ojo). Aunque es poco común, una úlcera corneal podría ocurrir cuando hay una infección en el ojo o un caso extremo de ojo seco. Una úlcera corneal también puede producir flujo ocular.
Este contenido se publicó originalmente en inglés y se tradujo con el uso de varias herramientas editoriales, incluidas la inteligencia artificial, como parte del proceso. Un equipo de editores de salud de WebMD y de profesionales médicos revisó el contenido antes de su publicación.
