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Hidrocodona vs. Oxicodona

Revisado Por Dra. Brunilda Nazario, MD en septiembre 09 del 2022
6 minutos de lectura

La hidrocodona y la oxicodona son analgésicos. Bloquean las señales de dolor del cuerpo. Son muy similares, pero hay algunas diferencias en los efectos secundarios de cada una de ellas.

Ambas pertenecen a un tipo de analgésico llamado opioide, que puede crear adicción. Los opiáceos provienen de la planta de la amapola real o adormidera, pero también existen versiones creadas por el ser humano.

El médico puede recetar uno de estos medicamentos para tratar un dolor intenso que no ha mejorado con fármacos menos potentes, como acetaminofeno o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDs, por sus siglas en inglés).

Puedes tomar estos analgésicos fuertes por un período corto de tiempo después de una cirugía o una lesión, como  por ejemplo, una fractura. O tomarlos a largo plazo para controlar el dolor crónico de enfermedades como el cáncer o la artritis.

Los estudios muestran que tanto la hidrocodona como la oxicodona funcionan bien para aliviar el dolor a corto plazo. Pero cuando se toman durante un par de meses, el cuerpo se acostumbra al medicamento y éste deja de funcionar de la misma manera. Debido a esto, se necesitará más cantidad para sentir los mismos efectos.

Los opioides son algunos de los medicamentos de venta con receta de los que más se abusa. Habla con tu médico sobre cómo tomarlos de manera segura para reducir el riesgo de adicción y abuso.

 

Puedes tomar cualquiera de los dos medicamentos solo o con otro analgésico como acetaminofeno, aspirina o ibuprofeno.

Pueden tomarse en forma líquida, de tableta o cápsula. Ambos también vienen en cápsulas y tabletas de liberación prolongada (extended-release, ER, por sus siglas en inglés). Liberan lentamente el fármaco en el organismo para que dure más tiempo. Las versiones de liberación extendida no están indicadas para tratar el dolor a corto plazo, como el que se siente tras una cirugía.

 

La hidrocodona y la oxicodona vienen en dosis diferentes. La dosis que el médico recete dependerá de:

  • La edad que tengas
  • La causa del dolor y su gravedad
  • Por cuánto tiempo debes tomar el medicamento
  • Si existe una enfermedad cardíaca, pulmonar, hepática o renal
  • Los medicamentos que tomas
  • El riesgo de adicción y abuso

Los expertos recomiendan empezar con una dosis baja. El médico puede aumentarla si necesitas más calmantes. Sigue las indicaciones de tu médico, y asegúrate de leer la etiqueta al tomar estos medicamentos. No tomes más de lo prescrito en las instrucciones.

 

La oxicodona se toma una vez cada 4 ó 6 horas, o según sea necesario, para controlar el dolor. Lo mismo ocurre si utilizas una combinación que incluya otro medicamento, como acetaminofeno, aspirina o ibuprofeno. Solo necesitas tomar las versiones de liberación prolongada una o dos veces al día.

Las cápsulas de liberación prolongada de hidrocodona suelen tomarse una vez cada 12 horas. La tableta de duración prolongada se toma generalmente una vez al día.

Pregúntale al médico si debes tomarlas con o sin alimentos. Bebe mucha agua para ingerir las cápsulas o tabletas de liberación prolongada.

No dejes de tomar estos medicamentos sin consultarle al médico. Cuando el organismo espera el medicamento pero no lo recibe, puede experimentar el síndrome de abstinencia. Esto puede provocar dolores de cabeza, irritabilidad y otros síntomas. Pero esto solo ocurre cuando usas el medicamento regularmente.

 

El medicamento debe conservarse en su envase original. No lo guardes en el baño ni en ningún otro lugar con mucha humedad. Manténlo fuera del alcance de los niños. El farmacéutico puede indicar qué debes hacer con los medicamentos vencidos.

La hidrocodona y la oxicodona tienen muchos efectos secundarios similares, como:

  • Boca seca
  • Dolor de estómago
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor de cabeza
  • Mareo
  • Cambios en el ritmo cardíaco
  • Urticaria
  • Picazón
  • Hinchazón de la cara, los labios y la lengua
  • Dificultad para respirar o tragar

Pero la hidrocodona puede hacerte sentir cansado, mientras que la oxicodona es más probable que te produzca somnolencia o estreñimiento.

Tomar cantidades excesivas puede llevar a una sobredosis, que provoca estos síntomas:

  • Debilidad o mareos
  • Ritmo cardíaco lento
  • Dificultad para respirar
  • Piel fría y húmeda
  • Convulsiones

El riesgo de tener efectos secundarios graves puede ser mayor si tomas otros medicamentos con hidrocodona y oxicodona. Asegúrate de que tu médico conozca todos los medicamentos y suplementos que consumes.

Ciertos fármacos que deprimen el sistema nervioso central son peligrosos porque la combinación puede disminuir la respiración y el ritmo cardíaco e incluso provocar un coma. 

Estos incluyen:

  • Medicamentos ansiolíticos
  • Antihistamínicos
  • Medicamentos contra las náuseas
  • Medicamentos antipsicóticos
  • Medicamentos anticonvulsivos
  • Benzodiacepinas y otros sedantes
  • Relajantes musculares
  • Medicamentos para la enfermedad de Parkinson
  • Otros analgésicos opioides
  • Somníferos

Algunas medicinas pueden cambiar la cantidad de hidrocodona y oxicodona que se libera en la sangre. Demasiada puede provocar una sobredosis. Una dosis demasiado baja puede prolongar el dolor y causar síntomas de abstinencia. 

Sé prudente con los siguientes fármacos:

  • Antibióticos
  • Medicamentos antifúngicos
  • Medicamentos contra el cáncer
  • Medicamentos contra el VIH
  • Medicamentos para la artritis reumatoide

Tomar hidrocodona y oxicodona con antidepresivos puede llevar a una acumulación peligrosa de la sustancia química cerebral serotonina.

Otros medicamentos de venta libre y suplementos que debes evitar son:

  • Alcohol
  • Kava kava
  • Marihuana y productos de cannabis
  • Hierba de San Juan

 

El uso prolongado de estos medicamentos (por ejemplo, para el dolor crónico) puede llevar a la adicción y al abuso. Por eso es importante acudir a las citas médicas. Ellos trabajarán contigo para asegurarse de que los uses de la manera correcta.

Existen otros problemas de los que debes estar al tanto.

  • Problemas respiratorios. La hidrocodona y la oxicodona pueden ralentizar la respiración e impedir que recibas suficiente oxígeno. Esto puede ser peligroso si tienes problemas respiratorios, como asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Chronic Obstructive Pulmonary Disease, COPD, por sus siglas en inglés).
  • Estreñimiento. Los opioides pueden causar estreñimiento grave. Probablemente necesitarás tomarlos con un laxante o ablandador de heces. No los uses si tienes una obstrucción intestinal.
  • Enfermedad renal/hepática. Es posible que necesites una dosis más baja si tienes problemas en los riñones o el hígado, ya que esas condiciones dificultan la eliminación del medicamento.
  • Embarazo/lactancia. Estos medicamentos llegan al cuerpo de tu bebé a través de la placenta, y están presentes en la leche materna. Eso puede causar problemas de salud al recién nacido, como los síntomas de abstinencia. También hay pruebas de que pueden causar defectos de nacimiento, crecimiento deficiente, parto prematuro o mortinato.
  • Seguridad. La hidrocodona y la oxicodona pueden ser mortales para un niño que ingiera una sola pastilla. Manténlos fuera de su alcance.

El costo depende de la forma y la dosis que tomes, y de lo que cubra tu seguro médico (si lo tienes).

Algunas compañías de seguros han dejado de cubrir ciertos opioides. Han cambiado a fármacos que consideran son menos propensos al abuso. Verifica con tu plan de seguro médico qué opioides autorizan. Si no pagan por el que recetó tu doctor, puede que cubran un tipo diferente.

Este contenido se publicó originalmente en inglés y se tradujo con el uso de varias herramientas editoriales, incluidas la inteligencia artificial, como parte del proceso. Un equipo de editores de salud de WebMD y de profesionales médicos revisó el contenido antes de su publicación.