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Dolor de hombro

Revisado Por Dra. Brunilda Nazario, MD and Elmer Huerta, MD, MPH en junio 19 del 2024
13 minutos de lectura

El dolor de hombro es cualquier tipo de dolor o malestar que sientes en tu hombro. Es una articulación esférica. Puede girar en muchas direcciones y se considera la articulación más móvil del cuerpo. Pero en realidad se compone de dos articulaciones (la articulación acromioclavicular y la glenohumeral).

El hombro se conecta con el hueso de la parte superior del brazo (húmero), el omóplato (la escápula) y la clavícula. El húmero encaja en la cavidad redondeada de la escápula. Cada hombro está sujeto por un grupo de cuatro músculos y tendones, llamado manguito rotador, que cubre y protege el húmero y permite levantar y mover el brazo.

También hay ligamentos que unen hueso con hueso, y un saco lleno de líquido que amortigua la cabeza del húmero dentro de la articulación. Debido a que hay tantas partes en el hombro, hay muchas razones por las que tu hombro podría doler. Puede que te hayas lesionado en una caída o accidente, o excedido en una tarea como pintar. A veces, el dolor de hombro proviene de una condición como la artritis. Incluso puede originarse por problemas en otras partes del cuerpo, lo que se conoce como dolor referido.

Según la causa del dolor, este puede ser agudo o leve. Puede ser repentino o aparecer gradualmente. También puede impedirte hacer algunas de tus actividades regulares. Utilizar el hombro dolorido, puede causar más daño, por lo que es importante averiguar por qué te duele el hombro y recibir tratamiento lo antes posible.

La articulación esférica del hombro te brinda gran amplitud de movimiento, pero esto se logra a expensas de la estabilidad. La articulación del hombro se disloca con más frecuencia que cualquier otra articulación del cuerpo. Además, la tensión constante, derivada del uso de los hombros en el trabajo o al practicar deportes, puede provocar desgarros y otras lesiones.

Hazte algunas preguntas para ayudarte a decidir si tienes una lesión de hombro:

  • ¿Puedes mover el brazo con normalidad, o sientes el hombro demasiado rígido o dolorido?
  • ¿Sientes que tu hombro podría salirse de la cavidad?
  • ¿Es tu hombro lo suficientemente fuerte para las actividades que sueles realizar?

Puedes tratar algunas lesiones de hombro en casa durante unos días con reposo y hielo. Si es necesario, puedes vendarlo para fijarlo  en su sitio, y mantenerlo elevado por encima del nivel del corazón. Pero algunas lesiones necesitan ayuda profesional. Estos son los signos que indican que debes ver a un médico de inmediato:

  • Tu articulación del hombro parece deformada.
  • No puedes usar el hombro en absoluto.
  • El dolor es intenso.
  • Tu hombro se inflama repentinamente.
  • Tu brazo o mano está débil o adormecido.
  • El dolor viene con hinchazón, enrojecimiento o fiebre.
  • El dolor dura más de 2 a 4 semanas.
  • La piel alrededor de tu hombro se decolora.

Debido a que el hombro es una articulación tan complicada y ocupada, es fácil lastimarlo. La mayoría de las lesiones de hombro son causadas por el uso excesivo (lesiones por uso repetitivo), pero también pueden ocurrir por fuerza o caídas.

Lesiones comunes de hombro

  • Uso excesivo. Estas lesiones pueden producirse cuando se realizan los mismos movimientos una y otra vez. Las lesiones por el uso excesivo también se llaman lesiones por esfuerzo repetitivo. Levantar el brazo por encima de la cabeza, como cuando nadas, o lavas, o pintas paredes, o simplemente moverlo de un lado a otro, como cuando juegas tenis o haces jardinería, puede provocar lesiones por sobrecarga.
  1. La bursitis es una lesión por uso excesivo. La bursa (un saco lleno de líquido que amortigua la articulación) puede inflamarse e irritarse si repites los mismos movimientos. Si tienes bursitis, es posible que notes más el dolor cuando mueves el hombro.
  2. Una rotura de cartílago, llamada rotura SLAP, cuando ocurre en el hombro, también puede producirse debido a la sobrecarga. Puedes lesionar el cartílago (la almohadilla de consistencia gomosa) que rodea el borde de la articulación del hombro. Con este tipo de lesión, puedes sentir dolor al extender la mano por encima de tu cabeza, y tu hombro podría parecer débil. También puedes tener la sensación de que se atasca, se bloquea o rechina.
  3. Rotura del manguito rotador. El manguito rotador es el grupo de músculos y tendones del hombro que mantienen el brazo en su lugar y permiten levantarlo por encima de la cabeza. Puede dañarse por el uso excesivo. También comienza a mostrar desgaste con el envejecimiento. El hombro puede doler por la noche y al intentar levantar objetos. Puede que escuches un crujido al moverlo.
  4. Pinzamiento. Se produce cuando los tendones del manguito rotador se comprimen entre los huesos del hombro. Puede causar hinchazón y dolor. Si levantas tus brazos por encima de la cabeza con frecuencia, esto puede desencadenarlo.
  5. Tendinitis. Ocurre cuando los tendones que conforman el manguito rotador se inflaman. Puede producirse lentamente con el tiempo.
  • Lesión nerviosa. Una lesión del plexo braquial puede aparecer cuando un grupo de nervios llamado plexo braquial, que se extiende desde la médula espinal hasta el brazo, a través del hombro, se estira o comprime. En raras ocasiones, los nervios pueden llegar a desgarrarse. Una lesión nerviosa leve puede causar una sensación entumecedora o debilidad en el brazo, así como una sensación de descarga eléctrica generalizada. Una lesión nerviosa más severa puede provocar tal debilidad en el brazo que no puedas utilizarlo. También puede generar un dolor intenso.
  • Traumatismo o caída. Un accidente automovilístico, una caída al suelo o un golpe son otras formas de lesionarse el hombro.
  1. Dislocación. Si el hombro se tira hacia atrás con mucha fuerza o rota demasiado, la parte superior del brazo podría salir de su cavidad. Sentirás dolor y debilidad en tu hombro. También puedes presentar hinchazón, entumecimiento y hematomas.
  2. Separación. Esta lesión afecta la articulación donde se unen la clavícula y el omóplato. Se llama articulación acromioclavicular (AC). Una caída o golpe fuerte puede desgarrar los ligamentos que la mantienen unida. Si la clavícula se sale de lugar, se formará un bulto en la parte superior del hombro.
  3. Fractura. Un hueso puede romperse o agrietarse si te caes o recibes un golpe fuerte. Las fracturas más comunes son las de la clavícula (hueso del cuello) y el húmero (hueso del brazo más cercano al hombro). Sentirás mucho dolor y podría producirse un moretón. Si se rompe la clavícula, el hombro puede descolgarse y es posible que no puedas levantar el brazo.
  4. Rotura de cartílago
  5. Rotura del manguito rotador
  6. Bursitis. La bursa (un saco lleno de líquido que amortigua la articulación) puede inflamarse e irritarse si repites los mismos movimientos una y otra vez. Pero la bursitis también puede ser causada por una caída u otra lesión. Si tienes bursitis, es posible que notes más el dolor cuando mueves el hombro.
  7. Tendinitis
  • Hombro congelado. Esta condición limita el movimiento de la articulación. Bandas anormales de tejido (adherencias) se acumulan en la articulación y evitan que tu hombro se mueva libremente. Tu hombro podría "congelarse" porque el dolor o la cirugía han hecho que lo utilices menos, lo que ha favorecido la acumulación de adherencias.
  • Espolones óseos. También conocidas como "osteofitos", estos pequeños y lisos fragmentos de hueso rozan y desgastan el manguito rotador e impiden que el hombro se mueva como debería. Pueden provocar tendinitis o una rotura del manguito rotador.
  • Mala postura y mecánica del hombro. La forma de estar de pie y sentado tiene un impacto en el movimiento de los brazos. Si te encorvas, puede ser más difícil mover la articulación del hombro. Podrías provocar que los músculos se tensen y los nervios se compriman.

Otras causas de dolor de hombro:

  • Artritis. Como ocurre con cualquier articulación, tu hombro puede desarrollar artritis.
  1. La osteoartritis se llama artritis por desgaste porque generalmente afecta a las articulaciones que trabajan más, como el hombro. Con el tiempo, el cartílago puede deteriorarse. Cuando el cartílago se desgasta lo suficiente, ya no puede evitar que los huesos rocen entre sí, lo que provoca el dolor.
  2. La artritis reumatoide generalmente afecta a más de una articulación a la vez. Este tipo de artritis causa inflamación en el revestimiento del hombro, lo que puede desencadenar dolor y rigidez.
  3. Artritis postraumática. Si te has fracturado o dislocado el hombro, puedes estar en riesgo de desarrollar artritis postraumática.
  • Dolor referido. A veces, el hombro duele cuando no hay nada que lo provoque. Esto puede ser un signo de problemas con tu vesícula biliar, el hígado u otro órgano.
  • Ataque al corazón. Si tienes un dolor en el hombro que se irradia desde el brazo izquierdo hasta la mandíbula, tienes dificultad para respirar o sientes opresión en el pecho, es posible que necesites ayuda médica de emergencia de inmediato.

Tu médico comenzará con un examen físico para revisar si hay algún problema estructural y descartar cualquier situación que pueda implicar tu columna vertebral o el cuello. A continuación, examinará tu rango de movimiento para comprobar qué tan fuerte y flexible es tu hombro. Esto implica mover tus brazos de varias maneras, como por encima de tu cabeza, a lo largo del cuerpo, detrás de ti, y girarlos 90 o 180 grados.

Tu médico también podría recomendar una o varias pruebas de imagen para ver más de cerca:

  • Radiografías. Estas pueden ayudar a tu médico a encontrar espolones óseos, artritis y otras causas relacionadas con los huesos del dolor de hombro.
  • Resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés). Esta prueba utiliza ondas de radio y un potente imán para crear imágenes detalladas del hombro.
  • Tomografía computarizada (CT scan). Esta es una serie de radiografías tomadas desde diferentes ángulos. Cuando se juntan, pueden darle a tu médico una mejor visión de lo que está sucediendo en tu hombro.
  • Electromiografía (EMG). Mide la actividad eléctrica de los músculos para ver si hay algún problema con los nervios.
  • Artroscopia. Esta cirugía permite que una cámara de fibra óptica minúscula muestre al médico imágenes de alta definición del hombro. En algunos casos, el médico también puede tratar el problema durante el procedimiento.
  • Artrografía. Se trata de una prueba de imágenes (TC, fluoroscopia, MRI o ultrasonido) realizada con un tinte inyectado. Primero, el tinte se inyecta en la articulación, donde se absorbe para facilitar al radiólogo la visualización de cualquier problema en los tejidos del hombro.

Para luxaciones, separaciones y fracturas, necesitas la ayuda de un médico para devolver tu hombro a la posición correcta y luego un cabestrillo para mantenerlo en su sitio mientras se cura.

Para otros problemas, el médico puede recomendar reposo, calor o hielo, y un medicamento como aspirina o ibuprofeno para reducir el dolor y la inflamación.

Si el hombro no mejora tras estas primeras indicaciones, tu médico puede recurrir a inyectar un corticoide (un medicamento antiinflamatorio) directamente en la articulación para aliviar la hinchazón y el dolor.

A veces, las roturas de cartílago, las del manguito rotador y los hombros congelados no mejoran con reposo y medicamentos. El médico puede recomendar una cirugía.

En caso de cualquier problema en el hombro, es probable que el plan de tratamiento incluya ejercicios para estirar y fortalecer la articulación, y mejorar el rango de movimiento.

 

No hay un tratamiento específico para el dolor de hombro porque la ayuda que necesitas depende del tipo de lesión de hombro que tengas.

Hombro dislocado. Si tienes un hombro dislocado, debe colocarse en su sitio tan pronto como sea posible para prevenir complicaciones. El tratamiento más común se denomina reducción cerrada o manipulación. Esto debe hacerse en el departamento de urgencias porque es fácil causar más lesiones si lo intenta uno mismo. El médico, con la ayuda de otro profesional de la salud, vuelve a colocar físicamente el brazo y el hombro en la posición correcta. Es un procedimiento doloroso, por lo que es probable que necesite sedación previa.

Una vez que el hombro esté en su sitio, necesitarás usar un cabestrillo para inmovilizarlo y evitar que tu brazo tire del hombro para que no se vuelva a dislocar. El hielo y los analgésicos de venta libre pueden ayudar con el dolor. También es probable que necesites terapia física. Un fisioterapeuta te ayudará a mover el brazo para que el hombro no se ponga demasiado rígido. La terapia también ayuda a fortalecer los músculos alrededor del hombro para protegerlo.

Si la reducción cerrada no funciona, es posible que necesites cirugía para volver a colocarlo en su lugar.

Separación del hombro. Por lo general, los únicos tratamientos necesarios para la separación del hombro son un cabestrillo para evitar que lo muevas, bolsas de hielo y analgésicos. También es probable que necesites terapia física, y tu médico te dirá cuándo puedes empezar a levantar objetos por encima de tu cabeza o cargas pesadas.

La cirugía de separación del hombro no es frecuente, pero puede ser necesaria si la lesión es grave.

Fractura de hombro. En muchos casos, una fractura de hombro, un hombro roto, se sanará si mantienes el brazo en cabestrillo. Pero a veces, las fracturas de hombro necesitan cirugía para volver a unir los huesos y reparar cualquier otro daño.

Si la fractura es grave, el médico puede recomendar un reemplazo articular, también llamado artroplastia.

Roturas del manguito rotador. Las roturas del manguito rotador sólo pueden repararse con cirugía, pero no todas las roturas del manguito rotador necesitan una intervención. Si la rotura es menor, es probable que el médico recomiende un cabestrillo, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDs, por sus siglas en inglés), terapia física o inyecciones de esteroides.

El resto de las lesiones. El tratamiento de primera línea para la mayoría de las restantes lesiones de hombro generalmente incluye descansar el hombro, tomar antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDs) y hacer fisioterapia. El médico puede recomendar una inyección de cortisona. Si esto no funciona, podría ser necesaria una cirugía.

Los tratamientos caseros pueden ayudar a controlar muchos tipos de dolor de hombro, desde el provocado por el uso excesivo hasta la artritis. Pero si el dolor empeora, pierdes la función de tu brazo o mano, o tienes otros síntomas, contacta a tu médico lo antes posible, y así evitas que la lesión empeore.

Hielo. Aplicar hielo en la zona dolorida puede ayudar a reducir la inflamación (hinchazón) y aliviar el dolor. Pero no pongas hielo directamente sobre la piel. Asegúrate de que haya un paño o tela entre el hielo y la piel para evitar dañarla.

Analgésicos de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés). Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDs, por sus siglas en inglés) reducen la inflamación y el dolor. Sigue las instrucciones, y si los medicamentos no ayudan a aliviar el dolor, habla con tu médico porque es posible que necesites dosis más altas o un tipo diferente de analgésico.

Inmovilización. Utilizar un cabestrillo para evitar que el hombro se mueva puede ayudar a aliviar el dolor. También ayuda a evitar que el peso de tu brazo tire del hombro. Pero es importante no usar un cabestrillo durante demasiado tiempo sin el consejo del médico. Mantener el brazo inmóvil por demasiado tiempo puede causar otras complicaciones, como la debilidad muscular.

Ejercicios/terapia física. A menos que te hayan dicho que no hagas ejercicios para trabajar el hombro, usar el hombro puede ayudar a aliviar la rigidez y el dolor de algunos tipos de lesiones en esa zona. Consulta primero con tu médico o fisioterapeuta, ya que, según el tipo de lesión, el ejercicio podría empeorar las cosas.

Si tienes dolor de hombro y cualquier otro signo de un posible ataque al corazón (dolor torácico, opresión en el pecho, dolor que se irradia a la mandíbula, sudoración, dificultad para respirar), llama al 911 o a un servicio de emergencia de inmediato. Esta es una emergencia potencialmente mortal.

Si tienes dolor de hombro junto con alguno de estos problemas, contacta a tu médico lo antes posible porque la lesión podría ser grave:

  • Tu hombro se ve anormal o deformado.
  • No puedes mover el brazo ni utilizar el hombro.
  • El dolor es intenso o insoportable, o empeora.
  • Se produce una hinchazón repentina.
  • El hombro está rojo, caliente o sensible al tacto.
  • Podías usar el hombro, pero ahora te cuesta hacerlo.

Los hombros se utilizan mucho, y permiten mover los brazos de muchas maneras diferentes. Debido a su intenso uso, es fácil lesionar uno, o ambos. La mayoría de las lesiones de hombro, especialmente si se deben al uso excesivo, pueden tratarse en casa siempre y cuando los síntomas no empeoren. Pero algunas, como una luxación de hombro o fractura, requieren atención médica. Además, el dolor de hombro no siempre significa que haya algo mal con el hombro. A veces es un signo de una afección más grave, como un ataque al corazón.

 

¿Qué causa dolor repentino en el hombro sin lesión?

Es posible que no te des cuenta de que tu hombro está lesionado, especialmente si tienes una lesión por uso excesivo. Las lesiones del manguito rotador son un ejemplo común de ello. Pero también podrías tener un dolor de hombro repentino si estás teniendo un ataque al corazón, por lo que, en caso de duda, busca ayuda médica.

¿Cuáles son los síntomas de una lesión grave de hombro?

Los signos más obvios de una lesión grave de hombro incluyen no poder mover el brazo ni utilizar el hombro, o tener una deformidad evidente, como una fractura o dislocación del hombro. Pero si tienes dificultad para respirar o dolor en el pecho, unido al dolor de hombro, esto puede ser muy serio, ya que son signos de un ataque al corazón.

Este contenido se publicó originalmente en inglés y se tradujo con el uso de varias herramientas editoriales, incluidas la inteligencia artificial, como parte del proceso. Un equipo de editores de salud de WebMD y de profesionales médicos revisó el contenido antes de su publicación.